El busto de Nefertiti

El busto esculpido en piedra caliza de Nefertiti, una de las obras más famosas del arte egipcio, fue descubierto en 1912 por el arqueólogo alemán Ludwig Borchardt cerca de la localidad egipcia de Tell el Amarna. Lo encontró en el taller del escultor de la antigüedad Tutmés, y lo sacó a escondidas del país oculto entre pedazos rotos de cerámica.

Nefertiti fue la reina más importante del faraón Amenhotep IV, que gobernó Egipto entre 1353 y 1335 a.C. Durante su reinado, el faraón se cambió el nombre por el de Akenatón (el que sirve a Aten, el dios Sol) y se convirtió a una nueva religión monoteísta que daba mucha importancia a la ética. A Nefertiti le confirió un estatus elevado dentro de la corte, cercano al del faraón. Algunos estudiosos creen que fue la principal impulsora de esta nueva fe y que incluso gobernó al alimón con su esposo durante un tiempo. Tras la muerte del faraón desapareció casi cualquier traza tanto de él como de su poderosa esposa, borradas tal vez por los sacerdotes cuyas creencias habían rechazado.

El busto de Nefertiti, que tiene casi 3400 años de antigüedad y medio metro de altura, estaba intacto cuando Borchardt lo encontró (sólo faltaban los lóbulos de las orejas). Sin embargo, la escultura estaba inacabada, puesto que el globo ocular izquierdo se hallaba vacío. Es posible que Tutmes empleara el busto como modelo para sus pupilos. Tampoco se sabe si la escultura reproduce los rasgos de Nefertiti o proyecta un ideal de belleza de la época.

En 2003 hubo cierta controversia cuando Joann Fletcher, una arqueóloga británica respaldada por la cadena de televisión Discovery Channel, identificó una momia descubierta tiempo atrás como la de Nefertiti. Pese a que aportó pruebas de peso, las autoridades egipcias se negaron a admitir su hallazgo.

El busto puede contemplarse hoy en día en el Altes Museum de Berlín. Sigue siendo no sólo una de las obras más conocidas del arte egipcio, sino también un modelo de belleza femenina, reforzando así el significado de la palabra Nefertiti: «la bella ha llegado».

OTROS DATOS DE INTERÉS
  1. En los últimos días de la Segunda Guerra Mundial el busto fue trasladado fuera del sector soviético de Berlín, lo que provocó una disputa sobre su propiedad. Fue devuelto en 2005.
  2. En Google aparecen más de dos millones de resultados bajo la búsqueda «Nefertiti», lo que sirve de ejemplo del poder que evoca su imagen en el siglo XXI.
  3. Un par de artistas húngaros que se hacen llamar a sí mismos “Pequeña Varsovia” provocaron hace poco cierta controversia al colocar el busto de Nefertiti sobre la escultura sin cabeza de una mujer de ropajes transparentes.

Fuente: "365 días para ser más culto"
Autor: Noah D. Oppenheim, David S. Kidder

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